Uno de los objetivos de la Educación Infantil es conocer y descubrir su propio cuerpo y el de los demás.
Para lograr alcanzar dicho objetivo cada día el/la encargado/a se dibuja en la pizarra y escribe su nombre. Estos primeros dibujos reciben el nombre de renacuajo o monigote y solemos acompañar esta actividad escuchando esta divertida canción.
Luego mi ayudante del día va colocando las letras magnéticas que forman su nombre y también la palabra mágica del día (suele ser vocabulario relacionado con lo que estamos trabajando).
Estos primeros trazos me encantan, la pre-escritura se inicia y poco a poco irán mejorándolos cada vez más. Lo mismo pasa con el monigote, poco a poco le van añadiendo más detalles y precisión.
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