El viernes conocimos a Porqui, el robot cerdito que le encantan seguir líneas.
Dibujamos en dos folios el número 1 y el número 2. Uno por uno los niños elegían que número querían que siguiese Porqui y despacito lo ponían encima del trazo y animaban al robot en su camino.
El trazo del número no tiene tanta importancia como la asociación de grafía cantidad, la identificación del número con respecto de otros, la descomposición del número, la manipulación del número con diferentes elementos.
Aquí hemos introducido la robótica y con ella desarrollamos la orientación espacial al colocar a Porqui en la posición correcta para que siga la línea, la direccionalidad del número en este caso, la paciencia al esperar que me toque el turno para participar en el juego y sobre la todo la DIVERSIÓN.
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